VELVET REVOLVER EN CHILE!!!
SANTIAGO, abril 11.- Cuando Guns n’ Roses vino a Chile allá por el año ’92, salieron al escenario con más de dos horas de retraso, ante un repleto Estadio Nacional que casi se queda sin show por una pataleta previa de Axl Rose. 15 años después, parte del combo vuelve a Chile, esta vez comandando a Velvet Revolver. Ahora también se atrasaron, pero menos que esa vez: fueron “sólo” 45 minutos. Y menos también era el público que los esperaba, unas 9 mil personas en la Pista Atlética del Estadio Nacional, lejos de las casi 60 mil de aquella primera visita.
Los tiempos han cambiado, pero el rock sigue siendo uno solo a lo largo de la historia. Y Velvet Revolver, la banda de los ex "Gunners" Slash (guitarra), Duff McKagan (bajo) y Matt Sorum (batería), más el ex Stone Temple Pilots Scott Weiland (voz), lo demostró en un show donde estuvieron omnipresentes los guiños a los clásicos del estilo. No sólo en el repertorio, sino en la puesta en escena, en actitudes, gestos, momentos que hacían “click” en la memoria de muchos de los asistentes.
El quinteto no estuvo solo en la jornada. De teloneros estuvieron las leyendas vivientes del punk rock Bad Religion. Veteranos y pioneros de un estilo que después fue grito y plata, bandas como Green Day, The Offspring y otras les deben sus cuentas corrientes al legado de estos californianos. 18 temas con muy buena respuesta del público, del que incluso buena parte fue a verlos a ellos más que a Velvet Revolver.
El plato de fondo de la noche se hizo esperar para arrancar un espectáculo donde el recuerdo de los “Guns” está presente de manera fuerte. Si se cerraban los ojos, por momentos parecía perfectamente que en el escenario estuvieran presentando temas que hayan quedado fuera de “Use your illusion”. El viejo Aerosmith también está saludado con honores en el sonido del grupo. No el Aerosmith de los videos con Alicia Silverstone, sino el de los 70, el de discos como “Rocks” y “Toys in the attic”, que revive de manera potente en Velvet Revolver.
Al frente de la banda, Scott Weiland, con cada vez menos kilos en su contextura, era prácticamente un compendio de figuras del rock en escena. Por supuesto el “link” mental instantáneo era verlo moverse como Axl Rose (lo que refuerza tapizando de "motherfuckers" al público, tal como el otrora chico malo de la música gringa). Agregaba pasos y gestos a lo Mick Jagger, Steven Tyler y David Bowie, ataviado con sombrero, lentes de sol, una especie de poncho y ropa ajustada que acentuaba su esquelética figura.
Slash, una postal: parece que los años no pasan por su sempiterna “chasca” rizada, el sombrero de copa, la pose con la guitarra, las pulseras metálicas en la muñeca, el cigarro en la boca y sus solos, que siguen siendo el gran atractivo de las bandas por donde pasa.
Recién pasada la mitad del show el público empezó a saltar, agitar las manos y corear con fuerza. Fue cuando por fin echaron mano de lo que todos esperaban, los temas de Guns n´ Roses. "It´s so easy" fue el primero, y la misma reacción tuvieron “Used to love her” y “Mr. Brownstone”. “Sex type thing” y "Crackerman" fue el recuerdo a la ex banda de Weiland. Para el bis se permitieron versionear “Wish you were here” de Pink Floyd y el resto fue mezclar los temas de su disco debut "Contraband" (2004), del que destacan los singles "Slither" y "Fall to pieces", y el primer promocional de su próxima placa, "Libertad", pronta a editarse.
hicieron cover de grupo britanico pink floyd!
(hace muy poco, el 14 de marzo vino a chile su creador, ROGER WATERS)
Lo más importante es que demostraron ser una banda saludable, que consigue una mixtura ansiada por muchos y lograda por pocos: la vibra del rock clásico con aires de frescura y actualidad. Mientras, Axl Rose está irreconocible y tratando de sacar un disco que promete hace 11 años. Los caminos de la vida han sido disímiles para los integrantes de lo que fue la banda más exitosa de fines de los 80 y principios de los 90.